¿Quiénes somos?
Mi nombre es Fernando, y Umami nació de un momento desafiante en mi vida. Tras ser diagnosticado con diverticulitis y esofagitis, mi salud se deterioró hasta el punto en que los tratamientos convencionales solo me debilitaban.
Con el apoyo de mi familia y la práctica de la meditación Vipassana, comencé a reconectar con mi pasión por la cocina. Ya había experimentado con algunos fermentos, pero fue en ese momento cuando descubrí su verdadero poder: no solo transformaban los alimentos, sino también mi cuerpo y mi espíritu.
La fermentación no solo mejoró mi salud, sino que también me enseñó a ver la vida con otra perspectiva. Cada día sigo maravillándome con cómo los microorganismos trabajan para crear sabores complejos y alimentos nutritivos.
Mi camino comenzó en una casa arrendada en Valdivia, luego me trasladé a Algarrobo para estar más cerca de Santiago y seguir creciendo. Hoy, estoy dando un gran paso con la apertura de mi primera fábrica de productos fermentados en El Quisco, que abrirá sus puertas en marzo de 2025.
He puesto todo en este proyecto con la esperanza de que sea un espacio donde la tradición y la calidad se encuentren. Agradezco profundamente a cada persona que ha sido parte de este camino. Mi misión es ofrecer alimentos artesanales de la más alta calidad, hechos con dedicación y respeto por la naturaleza.
Mi nombre es Benjamín. Desde siempre, he sido un apasionado por los sabores auténticos y los procesos naturales. Esta pasión me llevó a explorar el mundo de la fermentación, un viaje que comenzó en mi cocina y que luego se transformó en un estilo de vida.
Incluso tuve una pizzería donde todos los ingredientes eran naturales y la masa, por supuesto, era de masa madre. Fue allí donde descubrí cómo la fermentación no solo puede transformar los alimentos, sino también conectar a las personas a través de sabores únicos y memorables.
Además de mi amor por la cocina, soy músico y saxofonista. La música, al igual que la fermentación, me ha enseñado la importancia de la paciencia, la dedicación y el equilibrio. Ambas disciplinas requieren escuchar con atención, respetar los procesos y dejar que las cosas fluyan en su momento justo. Esta conexión entre la música y la fermentación ha enriquecido mi perspectiva.
Hoy, mi colaboración con Umami es un reflejo de mis valores y mi pasión por crear alimentos que respeten la naturaleza y nutran el cuerpo y el alma. Junto a Fernando, compartimos la misión de ofrecer productos fermentados artesanales, hechos con cuidado y dedicación, que celebren la tradición y la innovación.
¡Gracias por formar parte de Umami!